La zona de los cactus y las aráceas nos recuerdan poseen espinas, como los cactus, que poseen una especie de pelitos que se incrustan en la piel y son muy dolorosos de quitar, pues no se ven pero se sienten.
En la vida uno puede confrontarse a situaciones como esas, son extremadamente bellas pero su belleza trae consigo la espina cuya ponzoña produce escozor en la carne y en el corazón.
Estas fotos que rompen la apreciación del formato cuadrado, son para apreciar el croma ocre y terroso distinto de esta zona, que contrasta con el verde de otras.
Los cactos brotan serpenteando entre las piedras del jardían que posee otro microclima, más seco y desértico.
La flor carníbora llamada gran "carroña", es espeluznante pero bella, una estrella perfecta inscrita en el pentágono, que es una forma natural que gobierna muchas confioguraciones presentes en el jardín.
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